Con mucha frecuencia escuchamos a profesionales de la salud o educación expresar con tranquilidad “está inmaduro” ante un niño que no logra los avances del desarrollo infantil propios de su edad en las áreas: motora, comunicativa, social o cognitiva; lo que provoca una falsa seguridad de que el tiempo podrá “madurar” y resolver el problema, lo cual, está muy alejado de la realidad.
Lo que tiene ese niño(a) es un Retardo del Neurodesarrollo y requiere de un estudio sistemático de las posibles causas y una intervención terapéutica temprana para reducir las posibles consecuencias sobre otras áreas futuras del desarrollo.
En una excelente actualización de septiembre del 2020, el Dr Laventhal nos recuerda su asociación con la prematuridad (a menor edad gestacional al nacer mayor probabilidad de retardo del neurodesarrollo) y con problemas durante el desarrollo fetal además de la posible asociación con problemas genéticos y malformativos, sin olvidar las causas sociales como: madres adolescentes, falta de estimulación, desnutrición, etc. Si bien los
países en vías de desarrollo muestran mayor proporción de niños con retardo del neurodesarrollo, la tasa promedio supera el 15%, siendo el retardo del lenguaje el más frecuente, seguido por aprendizaje, motricidad e intelecto.
El diagnóstico correcto y temprano abona para una buena recuperación y requiere de un grupo interdisciplinario de profesionales que incluye: neuropediatras, fisiatras, terapeutas y educadores. El abordaje debe personalizarse, pudiendo requerir de estudios de imagen cerebral, pruebas hormonales o metabólicas, estudios psicométricos, audiométricos y en
particular estudios genéticos para determinar las causas.
Los programas de intervención temprana o adecuaciones curriculares son indispensables para todos los casos, mientras que la medicación e intervención terapéutica deben de ser personalizado e individual.
Como consejo, no use la palabra inmadurez y dirija al niño sospechoso a una evaluación diagnóstica temprana con profesionistas competentes.
Dr. Saúl Garza-Morales
Jefe de Neurociencias. Instituto Nacional de Perinatologia.