El manejo adecuado de las emociones y sentimientos
Empiezo por decir que el manejo adecuado de las emociones nos acompañan minuto a minuto a lo largo del día, cuando enseño sobre herramientas de bienestar. Sin embargo, muchas veces no nos damos cuenta de manera precisa, cómo impactan nuestro comportamiento.
La regulación del manejo emocional es fundamental para que tanto niños como adultos nos desarrollemos de manera saludable y positiva. Aunque a veces represente un reto, podemos entrenarnos para fortalecer nuestras habilidades. Es aqui donde podemos apoyar con alguna terapia infantil para nuestros hijos o adolescentes.
A pesar de que las emociones son un aspecto tan esencial al ser humano, es usual que nos sintamos muy desconectados de ellas. Con la palabra desconectados me refiero a:
- No estar conscientes del manejo de las emociones que experimentamos a lo largo del día.
- No sentirnos del todo hábiles para manejar las emociones o regularlas.
- Percibir las emociones como algo que estorba.
¿Es el manejo adecuado de las emociones?
Piensa en la siguiente situación. Imagina una persona que se encuentra con sus hijos cuando llegan de la escuela y se comporta de manera impaciente e irritable con ellos. Se siente inquieto/a, no los escucha y les habla de manera cortante.
Tal vez si esta persona reflexionara, podría identificar que un poco antes de encontrarse con los niños, estaba tratando de resolver un problema en el trabajo y esto generó emociones de frustración y ansiedad.
Si la persona no identifica esto lo más probable es que actue con de manera reactiva. Si logra detectarlo y notar lo que le está pasando internamente, posiblemente va a poder responder de una manera que esté más alineada con sus valores y su esencia.
¿Cuál es el manejo adecuado de las emociones y sus tendencias?
Tenemos dos tendencias emocionales. Con la primera las evadimos e ignoramos porque tenemos la creencia de que son inútiles y obstáculos para funcionar bien. Con la segunda nos involucramos con ellas de tal manera que nos estancamos sin poder avanzar.
Estas son algunas ideas y ejemplos que pueden ser útiles para el manejo de las emociones más incómodas:
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Amplia tu vocabulario emocional y ponle palabras a lo que sientes.
El espectro de las emociones va mucho más alla del enojo, la alegría o la tristeza. Identificalas de manera más precisa y has un esfuerzo por nombrarlas.
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Date permiso de sentirlas.
Experimenta la emoción sin miedo. Nota cómo se siente en el cuerpo. Trata de entenderla; si esta emocion fuera un paquete ¿Qué tendría por dentro?. Intenta ponerte en el papel de observador de esa emoción.
A veces es útil recordar que las emociones por naturaleza son temporales.
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Las emociones contienen información importante.
¿Si esa emoción pudiera hablar, qué te diría? Por ejemplo, si sientes culpa, ¿qué te diría esa culpa?. Lleva tu reflexión un poco más allá y pregúntate ¿Por qué me siento así?
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Luego de aceptar la experiencia emocional que estás teniendo sin intentar rechazarla, piensa cuál puede ser una buena manera de avanzar.
Piensa en tus valores y determina cuáles acciones puedes llevar a cabo de tal manera que sientas que comienzas a moverte a un lugar diferente.
Aprender el manejo de las emociones adecuádamente
Parte importante de cultivar bienestar psicológico es el aprender a administrar las emociones. Es importante entender esto como una habilidad que se puede desarrollar y como un proceso continuo que se aprende y práctica diariamente.
Si pensamos en una metáfora de un coche donde cada emoción es un pasajero, nuestro objetivo no debe ser que abandonen el coche, sino asegurarnos de que ninguna tome el control del volante y nos desvíe del camino que queremos seguir.
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Escrito por Mariangela Rodriguez, Piscóloga especializada en Psicología positiva.