“Tener el sentido vestibular maduro es clave para el aprendizaje y el desarrollo del lenguaje en la infancia.”
Tamara Chubarovsky
¿Has oído que tenemos 7 sentidos? sí, además de la vista, el oído, el tacto, el olfato y el gusto, hay otros dos: el vestibular y el propioceptivo.
El sistema vestibular, que se encuentra en el oído interno, es el responsable del equilibrio. Gracias a él podemos situarnos dentro del espacio y somos conscientes de los movimientos que realizamos.
El sistema vestibular es uno de los primeros sistemas sensoriales en desarrollarse ya que empieza a activarse desde que arrullamos o mecemos a nuestro bebé para que se tranquilice. Más tarde, tener este sentido bien estimulado ayuda a los niños en la adquisición del lenguaje y la lectura.
Y ¿Cómo se estimula el sistema vestibular? ¿quién lo estimula? El sistema vestibular se estimula de forma natural a través de actividades de movimiento. Así empieza a estimularse desde que nacemos con el arrullo y continúa cuando nos columpiamos en los columpios, en las hamacas, cuando nos echamos de una resbaladilla, cuando nos echamos marometas y cuando ponemos a prueba nuestro equilibrio.
Nuestro mundo y el de nuestros niños se ha vuelto cada vez más sedentario y eso ha provocado que ahora muchos niños no estimulen este sentido de manera natural.
Tú puedes propiciar esta estimulación llevando a tu hijo a parques, meciéndolo, pidiéndole que realice retos de equilibrio, etc.
En Passus tenemos 5 materiales que te ayudan a estimular el sistema vestibular en las diferentes etapas.
1) Balancín Pikler: Lo recomendamos para niños de 6 meses a 6 años de edad. Los más chiquitos pueden usarlo como cunita mecedora con una colchoneta. Los grandes pueden usarlo entre dos niños como subibajas o solitos para mecerse.
2) Columpios: tenemos una variedad de columpios para diferentes edades. Desde columpios de tela para los más chiquitos, columpios de colchoneta con diferentes formas: cilindro, dona, rectangular y columpios tumbling.
3) Tapetes: Hay varios tapetes que pueden ayudar a estimular este sentido. Por ejemplo, el tapete de tren, que recomendamos para niños de 3 a 6 años, los niños deben caminar sobre una línea practicando su equilibrio. En los tapetes de huellitas, de conejo y de avioncito los niños tienen que brincar con los dos pies y de cojito. Este es otro reto para el equilibrio.
4) Viga y tablas de equilibrio: Las recomendamos para niños de 4 años en adelante. Los niños tienen que caminar por la viga de equilibrio sin caerse. En la tabla de equilibrio tienen que tratar de mantener el cuerpo en equilibrio mientras realizan diferentes ejercicios como cachar pelotas o cojines de peso… Estos retos son más complicados.
5) Vaivén: Este es el reto más complicado para el equilibrio, por eso lo recomendamos para niños de 6 años en adelante. Incluso para los adultos representa todo un reto. El vaivén es una tabla en la que los niños deben pararse y con movimientos corporales muy precisos, mover una canica por un laberinto hasta llevarla al centro.
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